La gran mayoría de los alumnos ha llegado a la misma conclusión: la lectura obligatoria está reñida con el gusto y el placer. Promocionar y fomentar la lectura sólo puede pasar por una elección libre y consensuada. Otra cosa es el asesoramiento profesional, el consejo de los compañeros o compartir nuestras experiencias de lectura con los demás.
Las costumbre de lectura en nuestro instituto está muy arraigada (¡trabajo nos ha costado...!), pero los gustos, los temas, los formatos o las propias motivaciones sobre la lectura no estaban tan claras. Un gran número de alumnos opta por lecturas en las que los temas y los personajes estén cerca de su realidad y sus experiencias. Otros, sin embargo, prefieren lecturas fantásticas, inverosímiles y distópicas. Unos prefieren la novela y el cuento, otros el cómic. Pocos, héroes de otros tiempos, el teatro y la poesía.
El resultado de todo el debate está resumido en un presentación que ahora os ofrecemos y que nos ofrece siete claves para seleccionar lecturas -> Siete claves para refinar la mirada
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con lo que han opinado los alumnos: el verbo leer no soporta el imperativo.
Publicar un comentario