Anticipando
la próxima noche Halloween,
el día
de difuntos o
la noche
de los muertos,
los alumnos de 4º
E.S.O. A han
acudido esta mañana a clase, cuando todavía se cernían sobre el
instituto las últimas sombras de la noche, disfrazados y maquillados
como los más terribles personajes del imaginario del terror.
Muñecas
diabólicas, terribles diablos, zombis ávidos de sangre,
inquietantes fantasmas, asesinos en serie y monstruos deformes han
asustado a más de algún incauto despistado y durante toda la mañana
se han paseado por los pasillos acechando a sus víctimas.
La
ocasión ha sido propicia para recordar los versos que el poeta
romántico José
de Espronceda escribió
al inicio de El
estudiante de Salamanca:
Era más de media noche,
antiguas
historias cuentan,
cuando
en sueño y en silencio
lóbrego
envuelta la tierra,
los
vivos muertos parecen,
los
muertos las tumbas dejan.
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